En lo que va de la nefasta administración de Rodolfo garcía Otoya, hemos visto como el área de Recursos Humanos, con Fabián Lara a la cabeza y Arturo Baldeón a la cola, hostigaban, despedían y amenazaban a los colaboradores y a los sindicatos, empoderados por el gerente Fernando Fonseca Dañino, quienes iniciaron una cacería de brujas en el Country Club el Bosque para colocar a personas afines a sus intereses. El club desde entonces ha visto indolente morir a varios de sus trabajadores como el caso del señor "Chanito", trabajador del área de mantenimiento en Chosica, continuó con sus labores a pesar de que había comenzado la pandemia, y en poco tiempo falleció.
Otro trabajador que nos dejó fue Rafael Cajavilca Palacios, asistente del área de sistemas en Sede San Borja, que fue rotado y disminuido en sus funciones, pasó de ser personal administrativo a guardabosques, trabajando en turnos rotativos y siguió en funciones a pesar de la pandemia, a pesar de no tener experiencia como guardabosques, y obviamente sin protocolos anticovid, sin medidas de seguridad y sin distanciamiento. Finalmente contrajo la enfermedad y falleció el 5 de agosto de 2020, sin que el Club hiciera nada, ni se inmutara por la viuda y la hija de 2 años que deja. Descansa en paz "Rafito"